4 de mayo de 2014

Una mirada a las finanzas de la universidad pública en Colombia: la estampilla no es la solución

"La actual crisis de la educación y en particular la superior no puede ser entendida si no hay un conocimiento del tema de financiación de las universidades públicas".
El viernes 2 mayo de 2014 Avanza UN inició su trabajo investigativo a través del estudio de dos documentos preparados para la Audiencia Pública “La Universidad Nacional: una asignatura pendiente del Gobierno” por parte de la representación estudiantil ante el CSU y Jorge Armando Rodríguez, profesor de economía de dicha institución y director del CID, audiencia llevada a cabo el día 27 de febrero del 2014.

El tema expuesto en ambos documentos es el de Financiación de la Universidad Nacional y de las universidades públicas colombianas, campo en el cual hemos dirigido nuestra mirada por su vital importancia para comprender la actual situación de las universidades públicas en sus problemáticas de infraestructura, calidad académica, autonomía y bienestar.

Analizando el tema de financiación, hemos llegado a la conclusión de que la actual crisis de la educación y en particular la superior no puede ser entendida si no hay una lectura previa de los apuntes y trabajos de investigación que arrojan cifras y porcentajes dentro del marco económico para sustentar las actuales condiciones críticas de la población estudiantil y docente.

El documento presentado por la representación estudiantil titulado “En financiación, el gobierno también se raja” parte de dos ideas fundamentales que resumen el actual  contexto en que se presenta la educación colombiana para luego abarcar el tema de financiación:
  1. La educación básica y superior son base del desarrollo de cualquier nación: ‘Dime como tratas tu educación y te diré que modelo de país quieres’. No se puede aplicar la lógica racional de mercado a la educación porque simplemente se la desnaturaliza. A modo de ejemplo, si bajo la concepción predominante de mercado preguntamos sobre qué es mejor para el país, si una escuela de hotelería y turismo o filología clásica, la respuesta obtenida sería evidente, dejando de lado el papel de desarrollo que juega el conocimiento en cualquier sociedad, condenando al país a seguir extrayendo petróleo, carbón y demás recursos minerales con ningún valor agregado; es decir, producción exclusiva de materias primas igual que en la época de la colonia española, pero ahora bajo el discurso de las ventajas comparativas que esconde la dominación. 
  2. Los costos de la educación son marginalmente crecientes, por tanto, un aumento de cobertura implica inexorablemente un incremento del presupuesto. No se trata simplemente de tener acceso a la educación sino que ese acceso sea de calidad y de excelencia académica, debate pendiente en el país 
 (Representación estudiantil UN, 2014).

A partir de estas dos ideas fundamentales se desarrolla la temática de financiación comprendiendo asuntos de cobertura a nivel nacional, es decir, el aumento de instituciones de educación superior del cual depende la asignación de recursos a las universidades públicas. También se señalan dígitos importantes como el 0.38% del PIB invertido en educación en Colombia, un porcentaje muy bajo comparado con el 1.2% de los países pertenecientes a la OCDE; números considerables expresados en porcentajes y cifras como el presupuesto nacional de la nación invertido en las universidades públicas, los ingresos propios y los aportes de la nación para la UN, el déficit económico para resolver el derrumbamiento de la Universidad, la disminución de docentes de planta, el recorte presupuestal para los programas de bienestar y la medida improvisada de la estampilla que esta muy lejos de solventar la actual crisis. Todas estas cifras son desalentadoras y ponen en juicio los programas del gobierno frente a la situación crítica de la educación pública en Colombia, programas que no conciben una política a largo plazo sino remiendos improvisados que posponen el sueño de una educación sostenible de excelencia y de calidad para Colombia.

El segundo documento titulado “Apuntes sobre las finanzas de la Universidad Nacional” realizado por el profesor Armando Rodríguez, muestra un análisis más detallado de la situación presupuestal de la UN desde el periodo 2000 – 2012 y el crecimiento de la población estudiantil dentro de la misma institución:

 “la población estudiantil de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) ronda en la actualidad las 50 mil personas, alrededor del doble de la existente al momento de la adopción de la Ley 30 de 1992 y cerca de cuatro veces el número de estudiantes matriculados en 1970”; “si bien el número de estudiantes matriculados ha aumentado de manera importante en la U.N., en el resto de las universidades estatales lo ha hecho en forma más rápida. Como resultado, la participación de la Universidad Nacional dentro de la población estudiantil de las universidades públicas ha tendido a bajar, situándose en 8,9% en 2012” 

(Rodríguez, 2014).

Esta situación nos hace reflexionar sobre qué tipo de instituciones educativas se están proliferando y nos remite al ejemplo de ¿qué es mejor para el país, preferir la escuela de hotelería y turismo o filología clásica?. Una mirada profunda sobre las finanzas nos permitirá aclarar y hacernos pensar sobre qué tipo de educación estamos formando.

En financiación, el gobierno también se raja - Descarga el documento
Apuntes sobre las finanzas de la Universidad Nacional - Descarga el documento
Publicado por: Mauricio Rivera - Avanza UN

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